A escasos metros de la playa de Ipanema y emplazado entre las ruas Prudente de Moraes y Vinicius de Moraes se encuentra el Bar Garota de Ipanema, ícono ineludible para explicar el origen de la Bossa Nova, uno de los movimientos musicales más importantes del siglo XX. Según cuenta la leyenda, en los años sesenta Vinicius de Moraes era uno de los fieles asistentes a las playas de Ipanema. Allí, todas las tardes veía llegar a una chica que llegaba con su bikini y sus curvas privilegiadas pero, según cuenta, jamás se animó a hablarle. Así fueron pasando los días y la misteriosa muchacha no sólo le rompió el corazón a Vinicius sino que terminó siendo una fuente de inspiración que quedó plasmada cuando el autor le dedicó la letra y los acordes de la inolvidable Garota de Ipanema.
A partir de ahí la historia de Vinicius, la garota anónima y el bar que ofició de templo para la creación del hit se transformaron en una leyenda a la que muchos de los viajeros que llegan a las playas de Ipanema deciden revivir realizando una visita al bar que, si bien es sencillo y tiene poco para ser considerado un sitio de grandes cualidades culinarias, se encuentra cargado de historia y porta sobre sí la energía que presentan los espacios en los cuales se pergeñaron ideas que resultaron disruptivas para la cultura o el arte undial.
Si van a Ipanema (o si son amantes de la Bossa Nova) les recomiendo que no dejen de visitarlo ya que no solamente es un espacio donde se van a encontrar con una parte importante de la cultura carioca sino porque, además, es un sitio ideal para hacer un alto en la playa, descansar, tomar algo y pasarse un buen rato escuchando diferentes muestras del género que nació bajo ese mismo techo y en esas mismas paredes.
Ingreso al bar desde la Rua Vinicius de Moraes
Al interior del bar una serie de objetos estratégicamente ubicados invitan al visitante a reconstruir la historia del mito de la canción pero también de la Bossa Nova ya que allí se dieron cita los más grandes músicos y poetas que forjaron al movimiento.
Tom Jobim y Vinicius de Moraes retratados con la partitura de la Garota de Ipanema
Pasado y presente combinan a la perfección haciendo de la memoria un culto y manteniendo vivo el recuerdo imborrable de que allí nació uno de los estilos musicales más emblemáticos de Brasil y que en los años 60 conquistó el mundo entero.
Las imágenes de Jobim, Vinicius y otros tantos artistas fundamentales de la música brasileña ofician de parroquianos entre los visitantes y atestiguan la importancia del bar para la cultura y el arte latinoamericano.
Algún tiempo después de grabada la canción, la joven garota se hizo famosa para el público brasileño. Así es como a partir de ese momento Helo Pinheiro comenzó una carrera como modelo y fue una de las cultoras no sólo del estilo musical sino también de una época. Portadora de una enorme belleza, carismática y distinguida, a sus 81 años continúa trabajando y siendo la embajadora de la Bossa Nova y una parte inevitable de la historia del Brasil.
Garota de Ipanema original en portugués interpretada por Joao Gilberto
Garota de Ipanema (versión en inglés por Astrud Gilberto y remasterizada por Verve Remix)