A escasos metros de la playa de Ipanema y emplazado entre las ruas Prudente de Moraes y Vinicius de Moraes se encuentra el Bar Garota de Ipanema, ícono ineludible para explicar el origen de uno de los movimientos musicales más importantes del siglo XX. Según cuenta la leyenda, en los años sesenta Vinicius de Moraes era uno de los fieles asistentes a las playas de Ipanema. Allí, todas las tardes veía llegar a una chica que llegaba con su bikini y sus curvas privilegiadas pero, según cuenta, jamás se animó a hablarle. Así fueron pasando los días y la misteriosa muchacha no sólo le rompió el corazón a Vinicius sino que terminó siendo una fuente de inspiración que quedó plasmada cuando el autor le dedicó la letra y los acordes de la inolvidable Garota de Ipanema.