Ser artista no es fácil en ningún lugar del mundo y en ese sentido, Argentina, no es la excepción. Desde hace casi doscientos años, los arquitectos que construyeron las obras más emblemáticas de la nación o bien cayeron en el más absoluto de los olvidos o bien, en el más ingrato reconocimiento de sus obras, tal como fue el caso de Francisco Salamone, padre de muchas de las criaturas que persisten en diferentes pueblos de la provincia de Buenos Aires y en otros tantos lugares del interior.
Para descubrir y profundizar la monumental obra de Salamone (la cual tuvo un auge impensado en los últimos veinte años) la plataforma Cont.ar decidió producir una serie de 8 episodios bajo una interesante hibridación de géneros entre los que aparecen el film noir, el cómic, el docu-drama, la entrevista periodística, el perfil interdisciplinario que permite ahondar en la personalidad y el genio del arquitecto y la participación siempre eficaz de Juan Sasturain, quien sabe cómo ser u anfitrión y transformar en oro todo aquello que enaltece con su sola presencia.
En la serie Sasturain no sólo hace de Sasturain sino que, además, explota todas las vicisitudes a las que está expuesto un hombre orquesta como él que intenta cubrir en una misma misión el rol de periodista, escritor, gestor cultural, representante de artistas y hasta mediador entre un grupo alemán que llegó al país tras la camaleónica empresa de encontrar un dibujante que les pueda dar, en pocos días, una investigación en formato de cómic a la altura del exigente público europeo. Así es como el escritor decide contactar a Gonzalo (Ezequiel Castaño) quien es una gran promesa de la historieta nacional y en quien él puede reposar la compleja tarea de llevar vida y obra de Salamone a las viñetas y lograr un boom editorial para los lectores del viejo continente.
De ese modo, más allá de aceptar la tarea sin mucho convencimiento, el joven comenzará un derrotero para visitar las diferentes piezas escultóricas que el artista hizo por encargo y, para contextualizarlas, se entrevistará con un grupo de personajes entre los cuales desfilan historiadores, arquitectos, archivistas, licenciados en historia del arte y hasta fanáticos que ven en Salamone a un ídolo y en su obra un objeto de culto.
El viaje por la ruta salamónica se inicia en Alberdi (donde el arquitecto hizo la puerta de entrada y la plaza municipal) y atraviesa Córdoba, La Plata, González Chavez, Guaminí, Saliqueló, Balcarce, Vedia, Pellegrini, Saldungaray, Laprida, Azul y finaliza en Carhué con sus paisajes petrificados luego de las terribles inundaciones que hicieron de la ciudad una especie de muerto vivo que, a casi cuatro décadas del fatídico acontecimiento, se niega a morir y resiste como uno de los lugares más extraños del país con su atroz mezcla de extraña belleza y desolación.
Pero lo cierto es que la abundante información que el espectador acumula a medida que Gonzalo forja su viaje por las rutas argentinas gracias la decena de encuentros, desencuentros y situaciones tragicómicas que le suceden en el camino se transforman en el delicado equilibrio que hace de la serie un proyecto educativo de gran riqueza audiovisual.
Sin dudas, otro de los elementos que hacen que la serie sea recomendada fervientemente tiene que ver con la incorporación de los dibujos que Gonzalo realiza a medida que se va adentrando en el mundo Salamone y que, debido a un pedido explícito de los alemanes que le encargan el trabajo y en con él la investigación, logra virar el cauce de la misma y elabora una historia de ficción cargada de elementos metafísicos, filosóficos, esotéricos y fantásticos, tanto que por momentos se tiene la sensación de que el guión de la serie fue escrito por Stephen King, Silvina Ocampo o Bioy Casares.
Invasión Salamone es un proyecto que no pueden dejar de ver. Ahonda en una de las biografías más fascinantes del siglo XX y deja al descubierto las condiciones en las que fueron hechas las maravillosas obras de Salamone, esas que quitan el sueño a estudiosos de la arquitectura contemporánea o de escritores que se imbuyen de sus auras para relatar historias o construir imágenes portadoras de aquel espíritu.
El tono divertido, la corta duración de los capítulos (apenas 25 minutos) y la posibilidad de descubrir un verdadero misterio oculto en las bellezas arquitectónicas de Salamone hacen de la serie un contenido infaltable para adquirir conocimiento y dimensionar la importancia de nuestro patrimonio cultural.
INVASIÓN SALAMONE (Argentina) Dirección: Diego Avalos/Francisco Larralde, elenco: Juan Sasturain, Ezequiel Castaño, Leandro Retta, Voz en off: Mariano Mazzei Productora Rizoma para Cont.ar. (210' divididos en 8 capítulos, Color)