03Jan
Quienes me leen desde hace un tiempo saben que no publico artículos promocionales o destinados a influir en el consumo de mis lectores pero esta vez, créanme que merece la pena hacer una excepción a la regla. Si van a pasar unos días en Copacabana, más allá de recorrer el corredor marítimo, disfrutar de las playas o subir al Fuerte de la ciudad, les recomiendo que se dediquen un tiempo a visitar el Shopping Casino Atlántico, un excéntrico centro comercial ubicado en la Avenida Atlántica (desde la playa se puede llegar perfectamente a pie) y que tiene algunas cualidades que lo alejan de la figura del shopping tradicional y lo acercan más a una experiencia artística sin necesidad de tener que invertir un solo real.
El centro comercial como tal fue inaugurado en 2022 pero lo cierto es que el espacio tiene una historia más que interesante para descubrir. Según registros históricos de Río, en la década del 30 dicho espacio era el sitio en el cual funcionaba el Casino de Copacabana, uno de los más famosos e importantes de Sudamérica. Por aquel pasaban a diario miles de jugadores que por la noche, luego de extenuantes jornadas de playa, se acercaban allí a probar suerte y hasta algunos testimonios dan cuenta de que por allí pasaron los personajes más emblemáticos de la política y la colonia artística internacional (si tenemos en cuenta la importancia de Río de Janeiro en aquellos años como uno de los faros culturales del mundo lusitano no es difícil imaginarse de que personajes se trataría)
Pero en 1946 el por aquel entonces presidente Eurico Gaspar Dutra -según dicen, a pedido de su mujer- decidió cerrarlo por creerlo un antro de perdición y contrario a la moral y las buenas costumbres que se le quería imprimir a la población brasileña. En los años 70 se erigió un hotel de gran nivel y que albergó durante años uno de los shows que homenajeaba el legado artístico de Carmen Miranda, verdadero ícono carioca e inspiración musical en la Copacabana de aquellos años.
Si tienen la posibilidad de visitarlo no duden en hacerlo. Su estética kitsch, las reminiscencias clásicas de la arquitectura (toda una rareza en construcciones de este estilo y, sobre todo, tratándose de un centro comercial) la poca afluencia de público a cualquier hora del día y una serie de locales de anticuarios y galerías de arte (casi una docena) lo vuelven un sitio de privilegio para huir del ruido de la ciudad, el oleaje, el salitre y las aglomeraciones que suelen atestarse en las horas pico en la playa (comprendidas entre las 13 y las 16 hs) Además, ténganlo en cuenta como sitio ideal para almorzar, cenar o tomar algo en cualquier momento del día sin tener que asistir al mundanal ruido de los bares y restaurantes cercanos a la playa.
Aquí les comparto dos imágenes:
Los leones dorados son un clásico en la planta baja a la cual se accede desde cuatro entradas diferentes
Columnas de estilo griego, esculturas clásicas y un ambiente que evoca una estética retro vuelven al shopping un sitio priviliegiado en la ciudad. Ideal para escaparse un rato y pasar un momento de tranquilidad rodeado de obras de arte, piezas de anticuarios y una serie de galerías en las que podrán apreciar las producciones de los nuevos artistas cariocas.
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