Si cualquier turista le pidiera a un lugareño que le recomendara el mejor sitio para descubrir los secretos de la civilización turca, tomarse un café o comprar recuerdos usando el antiguo sistema de regateo, seguro que ninguno dudaría en decir que para todo eso no hay sitio más indicado que el Gran Bazar cubierto, ubicado en pleno centro de la ciudad.
Construido en 1461 por el Sultán Mehmet el Conquistador, este bazar hoy ya es mucho más que un simple mercado al cual acudir para comprar artículos, dado que se ubica sobre una franja que ocupa mas de 700 m2 y cuenta con cerca de sesenta y cinco calles en las cuales se exhiben ropa, cerámicas, alfombras, alhajas,perfumes, artesanías y un sinfín de objetos bien típicos de la cultura turca.Pero eso no es todo.
En su interior residen dos mezquitas (una mayor y otra menor), cerca de veintiún tiendas, dos barrios separados (uno dedicado a la venta de antigüedades y otro para objetos preciosos), siete pozos de calles, un pozo de mina, un pozo de purgación y cerca de tres mil quinientas tiendas.
Con todo esto queda claro que la monstruosidad que representa este espacio para la ciudad lo vuelve uno de los sitios más atractivos y encantadores, no solo para quienes deciden ir de compras sino para aquellos que encuentran en él un verdadero sitio de intercambio cultural dado que, estar allí, aunque sea por una hora, supone una experiencia inolvidable.