18 Oct
18Oct

La segunda parte de la visita al Foro romano da inicio en uno de los mayores iconos de Occidente: el Coliseo. La zona delimitada entre este gigante de piedra, el arco de Constantino, el de Tito y la Avenida dei Fori Imperiali es el vestigio de lo que en épocas del imperio se aglutinó el poder tanto político como religioso. Para conocer la zona en detalle es recomendable que se detengan en cada uno de los puntos que voy a detallarles en este artículo, ya que a través de ellos podrán reconstruir la fascinante historia de Roma y así alcanzar una idea de por qué durante casi mil años fueron los dueños de prácticamente el mundo de la época.

Avenida del Foro Imperial: esta amplia y concurrida avenida (tanto que en algunos momentos del día parece una peatonal por la cantidad de gente que la transita) es el espacio por donde los emperadores hacían su entrada al recinto del foro y que oficiaba de especie de escaparate para que el pueblo los viera pasar haciendo uso de su poderío y ostentación. En la actualidad, sobre uno de los murallones que dan al foro se exhiben unas cuidadas estelas de mármol donde se representan los mapas del crecimiento del imperio a lo largo de los años. De frente a estas estelas verán algunas de las casas mas lindas y pintorescas de Roma, muchas de las cuales aparecen en la mayoría de las guías o en las postales que abundan en las tiendas de souvenirs. 

Arco de Constantino: este arco ubicado al costado del Coliseo es un misterio para muchos investigadores que desde hace años lo estudian y analizan. Según certifican los documentos el arco se habría mandado a construir por el mismo Constantino para celebrar sus primeros diez años de gobierno, pero lo llamativo es que,lejos de lo que la lógica indicaría, en ninguna de sus partes exhibe alguna figura o indicio de la nueva era cristiana que daba comienzo y auguraba el inicio de la caida del imperio. En cambio, entre los relieves que se pueden ver en la actualidad (y que les aseguro que vale la pena que se detengan un tiempo a verlos) sí se advierten escenas de la vida de Marco Aurelio (además de ocho medallones redondos en los cuales se ilustra estatuas de soldados bárbaros, por lo cual aún se sigue trabajando para ver cuáles podrían haber sido las causas que llevaron a que en el arco casi no haya registro de quien lo enviara a construir. 

La Vía Appia: conocida como la calle mas antigua del mundo romano es una de las elegidas por los turistas para hacerse fotografías o bien para merodear el perímetro del foro. Sus calles empedradas y el ritmo de todo lo que en ella sucede la vuelven el espacio privilegiado para parar un momento y vivir la vida al estilo romano.  

El Coliseo: tal es su grandeza que podrían dedicársele páginas y páginas para recorrer toda su historia. Su construcción data del año 70 dc. y dicen que se habría erigido con piedras del botín del Templo de Jerusalén, aunque la mayor parte de los arqueólogos desestima esa teoría y aseguran que en realidad se hizo con materiales provenientes de las canteras de Travertino, de gran auge en tiempos del imperio. Con el tiempo el ampuloso anfiteatro pasó de ser un espacio que rendía homenaje a Nerón para convertirse en lugar de culto para el Dios Sol.

La función que cumplía este coloso de piedra abarcaba las mas variadas actividades: por la mañana se llevaban a cabo Venationes (cazas de animales), al mediodía ejecuciones públicas y por la tarde competencias entre gladiadores. Los documentos dan cuenta de que a diario pasaban por él entre 50.000 y 90.000 espectadores que ingresaban al anfiteatro desde las casi 180 entradas que se ubicaban a lo largo de toda la circunferencia del edificio.

Los arcos interiores se encuentran perfectamente conservados y dan una idea de cómo desde cualquier punto en el que se estuviera ubicado se obtenía una excelente visión del escenario o arena donde se llevaban a cabo los diferentes espectáculos.

Las gradas indicaban ubicación según el rol social o estatus. Cada nivel tenía un nombre y en ellos se ubicaban, de mayor a menor en la escala, los emperadores y su familia, las vírgenes vestales, los politicos (como senadores y sacerdotes) y luego todas las variantes de comerciantes, plebeyos y esclavos.

Los actuales vestigios dan cuenta de las cárceles subterráneas en las cuales eran mantenidos en cautiverio los cristianos mientras esperaban ser devorados por los leones u obligados a luchar contra los experimentados gladiadores. En épocas de apogeo del anfiteatro, éstas no se veían ya que estaban tapadas por el suelo de madera sobre el cual se echaba la arena que oficiaba de pista para las diferentes actividades.

Desde hace años el gobierno y la Secretaría de Bienes culturales de Italia llevan a cabo un riguroso plan de mantenimiento y conservación del espacio del Coliseo. La reubicación del escenario para espectáculos públicos en un futuro es uno de los mayores objetivos en el plan de puesta a punto del edificio. En la actualidad sólo sirve de espacio para que durante las pascuas se lleve a cabo el Via Crucis a cargo del Papa.  

Desde los arcos del Coliseo se logran unas vistas de la ciudad realmente increíbles. Utilícenlas para hacer fotos y ver la ciudad desde otra óptica.

Por último les dejo una recomendación: como el Coliseo y el foro suelen ser los lugares más visitados por los turistas es aconsejable comprar los billetes online para no tener que hacer las largas colas en la entrada del foro, sobre todo para aquellos que viajan en verano. Lo más conveniente es adquirir el billete completo para visitar los dos espacios arqueológicos incluído el Coliseo. No es necesario que visiten los dos el mismo día, pueden hacer uno y en otro momento el otro, ya que tienen una validez de algunos días para completar la visita.

Datos Útiles

Coliseo y Foro romano
Piazza del Colosseo

Cómo llegar:
Metro: línea B, estación Colosseo
Bus: C3, 60-75-81-85-87-175-628-
Tranvía: 3

Arco de Constantino
Via de San Gregorio e Piazza del Colosseo

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