Hasta la apertura del Museo del Bicentenario el único espacio que había en la ciudad para ver los vestigios de la historia nacional era el Museo Histórico nacional y algún otro en el cual se atesoraban diferentes piezas que podían dar fe del pasado colectivo. Pero cuando un día antes de que se cumpliera el bicentenario de la Revolución de mayo (el 24/05/2011) las autoridades gubernamentales decidieron inaugurarlo en el mismo sitio donde antes había funcionado la antigua Aduana Taylor, abriendo con él un espacio de gran nivel y con un acopio de patrimonio histórico que los argentinos merecían tener bajo un mismo techo.
A lo largo de esos doscientos años en los que se forjaron los valores y los principios sobre los cuales se erigió la república sucedieron un sinfín de hechos, todos determinados por contextos internacionales, los vaivenes locales políticos, sociales, religiosos, económicos que de modo ineludible imprimieron en la memoria colectiva una huella imborrable, tan honda, que es inevitable que se reavive y resignifique en cada una de las salas que especialmente diseñaron quienes tuvieron la responsabilidad de organizar la exhibición.
Pero no sólo el interesante patrimonio histórico compone la colección del museo sino que, además, hay un espacio muy importante dedicado a las obras de arte más significativas de la historia nacional, entre los que se destaca el mural recuperado del mexicano David Alfaro Siqueiros, que durante años permaneció cautivo en un contenedor en el puerto y que gracias al rescate y la revalorización de la pieza hoy se puede disfrutar mediante una experiencia sensorial sin precedentes en el país (convirtiéndose en la gran atracción de la visita).
En esta nota los invito a descubrir juntos los tesoros que hablan de lo que fuimos, de lo que somos y nos da una idea de lo que podamos llegar a ser. Bienvenidos al recorrido por la historia nacional a través de las imágenes de las salas que componen el increíble viaje hacia la mentalidad del bicentenario.
El edificio en el cual se llevó a cabo el museo implicó la recuperación del espacio en ruinas de la vieja Aduana Taylor. La aduana funcionó a partir de 1855 de espaldas a la actual Plaza de Mayo (por entonces Plaza de la Victoria) y era el acceso de entrada de las mercancías que llegaban al puerto de la ciudad proveniente de las más diversas ciudades del mundo.Durante los años posteriores permaneció oculta bajo los sedimentos terrestres y en 1941 cuando se llevaban a cabo excavaciones para la realización de obra pública fue descubierta y recuperada.
A partir de 2009 las autoridades nacionales comenzaron con el plan de reciclaje que concluyó con la inauguración en 2011. Hoy las ruinas de la Aduana le dan al museo una presencia de vital importancia ya que son el testimonio arquitectónico que persiste al tiempo y da fe de cómo era el lugar en los orígenes de la ciudad, dejando entrever ese juego temporal de pasado y presente en un mismo ámbito.
La estética de la arquitectura colonial es muy similar a la que se puede observar en los túneles que se encuentran debajo de la Plaza de Mayo o de la icónica Manzana de las luces ubicada en el mismo barrio de Montserrat.
Cañones de la época de las Invasiones Inglesas
El museo exhibe piezas de los más variados formatos y estilos los cuales no sólo conviven a la perfección sino que, además, aumentan la experiencia participativa de la visita ya que no sólo se pueden observar las obras o piezas históricas de un modo pasivo sino que invitan a la participación interactiva con muchas de ellas. En la foto se puede ver como conviven un mural junto con una pieza audiovisual donde se cuentan los orígenes de la Aduana Taylor.
LA HISTORIA A TRAVÉS DE LAS SALAS
Apenas se ingresa en la recova de la izquierda del acceso principal se reconoce que cada una de las pequeñas salas que componen el espacio del museo se exhiben las piezas (ya sean objetos o material audiovisual explicativo de gran calidad) en orden cronológico, con lo cual si el visitante las recorre ordenadamente, al final, tendrá una idea de todo lo sucedido en el período del bicentenario.
La primera sala como es lógico es la dedicada al Cabildo abierto que desembocó en los hechos que precipitaron la Revolución de Mayo. Allí las gigantografías con una distribución de la información acompañada de imágenes de gran impacto son una buena forma para que el público se interese por la historia de una manera distendida y amena y despierte el interés para seguir descubriendo las salas que siguen.
Cuadro original de Nicolás Avellaneda
Vajilla perteneciente a Julio Argentino Roca
Cuadro firmado por la Infanta Isabel con motivo de su visita en el Centenario de 1910
Objetos pertenecientes al Presidente radical Hipólito Irigoyen
Los íconos que definen su imagen: el bombín, el bastón y el poncho típico de la moda de los años 30
Sombrero y botas pertenecientes al ex presidente de facto Félix Uriburu. Ambos objetos simbolizan el incio de uno de los problemas recurrentes de la Argentina en su vida institucional: la consecución de alteraciones del orden institucional bajo la forma de golpes de estado.
Urna perteneciente a la primera elección luego de la sanción de la Ley Sáenz Peña
Gorra militar de Félix Uriburu
Afiches que exaltan la imagen de Perón y Evita
Ejemplar de uno de los libros de lectura con tintes propagandísticos publicado durante el Peronismo
Ejemplar de una de las muñecas que Eva Perón obsequiaba a los niños argentinos
Material audiovisual que da cuenta de la figura de Eva como la "Jefa espiritual de la Nación"
Sombrero y anteojos de Arturo Frondizi
Exhibición de afiches de la C.G.T y del Peronismo como movimiento
El pañuelo de las madres es el símbolo más claro de la última dictadura argentina
Pañuelo de Hebe de Bonafini con restos de sangre como consecuencia de la represión policial
Textos que recopila escritos de jóvenes desaparecidos durante la última dictadura
Afiches propagandísticos de la campaña electoral de Raul Alfonsín
Ejemplar de Revista GENTE mostrando el triunfo de Alfonsín y el regreso de la democracia
Audiovisual que da cuenta de una de las tantas medidas del gobierno de Carlos Menem: los indultos
Muestra de las "Relaciones carnales" que caracterizaron a la década del 90 en Argentina
Néstor y Cristina Kirchner son mostrados desde su lugar de jóvenes militantes. La lapicera Bic es todo un símbolo del cambio epocal que comenzaba con la llegada al poder del matrimonio.
Traje y zapatos de Néstor Kirchner
Íconos que definen la posición política de la época del Kirchnerismo
Vestimenta de Granaderos y uno de los tantos sillones presidenciales que pasaron por la Casa Rosada
El recorrido finaliza con una fotografía que representa a la "Patria Grande" latinoamericana. Nunca antes el bloque de naciones de América del sud había alcanzado tales niveles de cooperación y mucho menos de la formación de un mercado común dentro de la región. Una vez finalizado el recorrido por la parte dedicada a los objetos y audiovisuales de contenido histórico se recomienda visitar la otra sección que es la dedicada a las obras de arte que testimonian las diferentes miradas del ser nacional a lo largo de los doscientos años de historia.
Datos de interés
Visita virtual
MUSEO NACIONAL DEL BICENTENARIO
www.museobicentenario.gov.ar
Mail: museo@presidencia.gov.ar
Tel: 011-4344-3802
UbicaciónAvenida Paseo Colón 100 (al lado de Casa Rosada y frente al Ministerio de Economía)
Cómo llegarLineas A, B, D y E de subteBus: 2,4,8,20,22,24,28,29,33,50,55,56,62,64,74,86,91,93,99,103,105,109,111,126,129,130,140,143,146,152,159,195.
Horarios: Miércoles a domingo y feriados de 10 a 18 hs. Entrada libre y gratuita
Normas de ingreso y permanencia
* No fumar
* No ingresar con animales
* No tomar fotos con flash
* No ingresar con comidas ni bebidas
* Menores de 12 años deben ir acompañados por mayor adulto