Hace unos años publicaba esta crítica de la Antología sustancial de poemas y canciones de Vinicius de Moraes. El libro sigue siendo una maravilla que recomiendo leer cuando se viaja a Brasil y, sobre todo, a Río de Janeiro. Por entonces no había viajado a Brasil y el mundo carioca y de la bossa descansaban en el sueño de la fantasía. Ahora que el viaje concluyó y que comenzaré a compartir con ustedes las crónicas de esa experiencia les comparto esta crítica cargada de deseo y que hoy, a la distancia, supongo necesaria para que comprendan y dimensionen la grandeza de una de las ciudades más bellas del país hermano.